últimas entradas

lunes, 24 de noviembre de 2014

Vivan las curvas

Son tiempos duros para los soñadores, son tiempos duros para la realidad. 


Aún no entiendo la forma de ver el mundo de mucha gente, aún no comprendo por qué no quererse, por qué intentar parecernos a unos estereotipos estúpidos, aquellos que desgraciadamente va inculcando la sociedad, esa sociedad que presume de que las pasarelas estén repletas de chicas anoréxicas, aquella en la que a una talla 36 se le denomina "grande" "plussize" .

Pero  no es lo peor el que se inculquen esos valores, que al fin y al cabo pueden ser ignorados por la gente que tenga un poco de cabeza. Lo peor es imitarlo, que se desee todo aquello que daña a la salud, que se lleguen a coger complejos absurdos cuando realmente se está perfecta.

Hace un tiempo que leí la noticia de la gran cantidad de críticas que llegaban a Calvin Klein por querer imponer que una modelo con talla M fuera de talla grande. ¡La sociedad se va al carajo, en qué mundo vivimos!


Aún queda un poquito de esperanza en nuestra vida, cuando tras más de 50 años, sale a la venta una Barbie, una muñeca con proporciones reales, y no ese tallaje 90-60-90.


Vivamos asumiendo nuestros cuerpos, vivamos asumiendo nuestras tallas, no todo lo delgado es bonito, ni todo lo ancho, grueso o gordo es feo. Dejemos a un lado a las it girls, a los ideales del cuerpo falso, vive y se feliz.



Una sociedad 2.0

Antes de facebook, Twitter, antes del Twitter…. ¿una vida?



Día a día vamos viendo cómo las redes sociales van ocupando más tiempo en nuestra vida, ¿recuerdas cuando la gente quedaba para tomar café y contarse miles de historias?
Hoy por hoy las calles están repletas de gente que va caminando pendiente del móvil, las terrazas son un cúmulo de gente tecleando su “Android”, “Iphone” o “Blackberry” , el metro ya no está repleto de personas con libros en la mano o periódicos para leer entre parada y parada, ahora todo ello está siendo sustituido por las nuevas tecnologías.



Las redes sociales, aquellos medios de comunicación social ideados para que la gente se pueda relacionar, ¿nos están robando la vida social o la están ampliando?

Aún recuerdo cuando salió a la venta el primer teléfono móvil, ese aparato inalámbrico nuevo, extraño y que apenas un centenar de personas lo tenían, hoy en día no conozco ninguna persona que sea capaz de permanecer un día sin él. Hemos pasado de llamadas a sms, mms, a videollamadas e incluso al WhatsApp, esa aplicación que ha revolucionado el mundo.


Ahora podemos hablar e incluso quedar gratis, sin realizar el esfuerzo de vestirnos y cruzar la calle para llenar esos parques y terrazas que antes veíamos repletos de jóvenes hablando.

Pero no solo es eso, ya no tenemos que ir al pequeño quiosco donde íbamos toda la vida para comprar el periódico y bañarnos en noticias, ahora con un solo “click” en el ordenador o móvil conseguimos informarnos rápida y sencillamente.

Mucha gente opinará que todos estos avances solo están perjudicando nuestra vida, que ya no nos relacionamos como antes y que no nos decimos las cosas a la cara, sino que hablamos y sonreímos a la pantalla del ordenador como si de la persona se tratara, o nos pasamos horas frente a un ordenador en busca de novedades y últimas noticias en vez de salir a la calle y toparnos con ellas.

Pero la realidad es muy distinta, en estos tiempos donde nos azota una crisis económica de la que es difícil salir, tener medios gratuitos que nos ayuden a comunicarnos e informarnos da lugar a que la gente se interese y lea más, porque en unos pocos minutos podemos estar actualizados.

Gracias a los medios digitales, a aquellos periódicos que nos cuelgan sus noticias ya sea en su página web o vía Twitter fomentan que en un mundo donde gobierna Internet, todo el mundo tenga acceso a las noticias de última hora.

Puede que en la situación que estamos pasando de malestar económico, mucha gente opine que son argumentos de loca, ya que como decía Albert  Einstein Temo el día en el que la tecnología sobrepase a la humanidad... Porque entonces el mundo sólo tendrá una generación de perdidos desconectados.", o puede que piensen que ésta es la pizca de esperanza para que el mundo de la comunicación salga adelante, ese mundo que día a día se ve perjudicado por los ERES y del que parece imposible encontrar empleo, porque los tiempos cambian y … ¿quién no nos dice que la evolución de los medios de comunicación sea la solución al problema que nos acontece?

lunes, 17 de noviembre de 2014

Perderse por Madrid

Madrid, no lo entiendas, vívelo


Tres años hace ya que dejé mi hogar, que deseaba salir de casa y recorrer mundo, comenzar una carrera y dedicarme a ella día a día.
De conocer gente nueva, vivir sola y saber lo que es echar de menos a cada momento. Llegar a Madrid, recorrer sus calles: pasear por el Retiro, sus jardines, sus fuentes, sus gentes; la plaza de Sol, llena de gente extranjera fotografiándose en la estatua del oso y el madroño; el barrio de  Malasaña y sus calles, donde perderse por sus bares, tiendas y pastelerías encantarían a cualquiera; Ni que decir queda de la calle Fuencarral, la zona de Moncloa, Ciudad Universitaria o pasarse un domingo cualquiera en el Rastro con sus encantos tras haber comido el típico bocata de calamares en la plaza mayor.






martes, 11 de noviembre de 2014

Las despedidas siempre son tristes

Viajes largos, cortos, en días soleados, nubosos, de tormenta o no. Fueron tan solo unos días, en los que con una gran sonrisa por el retorno subí al autobús, me coloqué los auriculares y dejé que la música fluyera por mi cabeza durante las tres horas de viaje. 

Llegar, bajar con ímpetu, coger la maleta y buscar como loca esa cara, esos brazos en los que me fundiría en un gran abrazo.
Fueron tres días cortos, de abrazos, tardes de sofá y manta, mimos y comida de mamá.
Y es que, sean los días que sean siempre toca comprar el billete de vuelta, siempre toca volver a dejar atrás esa pequeña ciudad lluviosa con grandes gentes.

domingo, 9 de noviembre de 2014

Domingos lluviosos

Hoy es uno de esos días fríos, lluviosos, en los que miras por la ventana y se ven las aceras vacías, los coches pasar y la gente con paraguas en los pasos de peatones esperando a que el semáforo se ponga verde, cruzar y poder llegar a casa. Hoy es uno de esos domingos de calefacción, de sofá y manta, de dulces mientras ves una de esas películas de frases bonitas, de historia conmovedora y de reflexiones. 

Solemos construir nuestra vida en base a estereotipos, fijándonos en todo aquello que creemos que nos llegará a hacer felices, que nos llegará a completar tanto que no volveremos a pensar más en ello,  que solo disfrutaremos del momento.

No nos damos cuenta que la vida no espera, sigue, no hay un pause, ni siquiera un botón de retroceder o de avanzar según los momentos. En cualquier momento se puede ir todo aquello que completa, que te llena por dentro y acompañaba en tu día a día.


Y aún así, él sin estar ahí hace todo lo posible porque tu sonrisa permanezca en tu cara, porque de eso se trata, de vivir, de seguir adelante. Y ese fue su objeto, a pesar de saber que los días tenían cuenta atrás, que se marcharía en poco tiempo quiso que ella fuera feliz sin él a su lado, pero con él presente en su mente.


"No necesitas mis pertenencias para acordarte de mí, no necesitas conservarlas como prueba de que he existido o de que aún existo en tu mente. No necesitas ponerte un suéter mio para sentirme cerca de ti; Ya estoy ahí, estrechándote siempre en mis brazos.

La vida cambió para mi, y ahora ha vuelto a cambiar lo que no quiero es que te olvides de aquella  chica de la carretera.


Pongamos de moda la felicidad

Me gustan los días de tormenta,me gusta desayunar en la cama,ver como el sol va saliendo mientras suena la música de fondo,cantar en la ducha;odio la monotonía sin embargo me encanta quedarme los domingos viendo una película en el sofá; adoro prepararme para ir de fiesta con ellas y aconsejarnos que ponernos,estar los viernes tomando un café mientras mil charlas acompañan;me encanta verlas sonreír, que me miren y sonrían, amo la frase tengo que contarte; me encanta quedarme hasta la madrugada viendo las estrellas pasar, me encanta bailar,cantar,hacer el mongolo y reír sin parar hasta entrar el hipo (...)

Y es que constantemente intentamos describir qué nos hace felices, a dónde nos gustaría llegar, con quien nos gustaría soñar, viajar, cantar o bailar. Y no nos damos cuenta que la vida, es eso, eso que pasa mientras nos empeñamos en describir qué nos hace seguir adelante, son todos y cada uno de esos momentos que intentamos grabar en una cinta de vídeo, esos días que queremos redondear en el calendario, esos reencuentros con los familiares tras un tiempo sin verlos, esos viajes solitarios que nos hacen pensar.
Felicidad es disfrutar del sitio en el que estamos, cerrar los ojos y acordarse de lo bonito, tener a alguien que nos haga ser incoherentes, alguien que te empuje a hacer cosas que jamás creíste capaz de hacer. 


¡PONGAMOS DE MODA LA FELICIDAD!





Vivan las curvas

Son tiempos duros para los soñadores, son tiempos duros para la realidad. 


Aún no entiendo la forma de ver el mundo de mucha gente, aún no comprendo por qué no quererse, por qué intentar parecernos a unos estereotipos estúpidos, aquellos que desgraciadamente va inculcando la sociedad, esa sociedad que presume de que las pasarelas estén repletas de chicas anoréxicas, aquella en la que a una talla 36 se le denomina "grande" "plussize" .

Pero  no es lo peor el que se inculquen esos valores, que al fin y al cabo pueden ser ignorados por la gente que tenga un poco de cabeza. Lo peor es imitarlo, que se desee todo aquello que daña a la salud, que se lleguen a coger complejos absurdos cuando realmente se está perfecta.

Hace un tiempo que leí la noticia de la gran cantidad de críticas que llegaban a Calvin Klein por querer imponer que una modelo con talla M fuera de talla grande. ¡La sociedad se va al carajo, en qué mundo vivimos!


Aún queda un poquito de esperanza en nuestra vida, cuando tras más de 50 años, sale a la venta una Barbie, una muñeca con proporciones reales, y no ese tallaje 90-60-90.


Vivamos asumiendo nuestros cuerpos, vivamos asumiendo nuestras tallas, no todo lo delgado es bonito, ni todo lo ancho, grueso o gordo es feo. Dejemos a un lado a las it girls, a los ideales del cuerpo falso, vive y se feliz.



Una sociedad 2.0

Antes de facebook, Twitter, antes del Twitter…. ¿una vida?



Día a día vamos viendo cómo las redes sociales van ocupando más tiempo en nuestra vida, ¿recuerdas cuando la gente quedaba para tomar café y contarse miles de historias?
Hoy por hoy las calles están repletas de gente que va caminando pendiente del móvil, las terrazas son un cúmulo de gente tecleando su “Android”, “Iphone” o “Blackberry” , el metro ya no está repleto de personas con libros en la mano o periódicos para leer entre parada y parada, ahora todo ello está siendo sustituido por las nuevas tecnologías.



Las redes sociales, aquellos medios de comunicación social ideados para que la gente se pueda relacionar, ¿nos están robando la vida social o la están ampliando?

Aún recuerdo cuando salió a la venta el primer teléfono móvil, ese aparato inalámbrico nuevo, extraño y que apenas un centenar de personas lo tenían, hoy en día no conozco ninguna persona que sea capaz de permanecer un día sin él. Hemos pasado de llamadas a sms, mms, a videollamadas e incluso al WhatsApp, esa aplicación que ha revolucionado el mundo.


Ahora podemos hablar e incluso quedar gratis, sin realizar el esfuerzo de vestirnos y cruzar la calle para llenar esos parques y terrazas que antes veíamos repletos de jóvenes hablando.

Pero no solo es eso, ya no tenemos que ir al pequeño quiosco donde íbamos toda la vida para comprar el periódico y bañarnos en noticias, ahora con un solo “click” en el ordenador o móvil conseguimos informarnos rápida y sencillamente.

Mucha gente opinará que todos estos avances solo están perjudicando nuestra vida, que ya no nos relacionamos como antes y que no nos decimos las cosas a la cara, sino que hablamos y sonreímos a la pantalla del ordenador como si de la persona se tratara, o nos pasamos horas frente a un ordenador en busca de novedades y últimas noticias en vez de salir a la calle y toparnos con ellas.

Pero la realidad es muy distinta, en estos tiempos donde nos azota una crisis económica de la que es difícil salir, tener medios gratuitos que nos ayuden a comunicarnos e informarnos da lugar a que la gente se interese y lea más, porque en unos pocos minutos podemos estar actualizados.

Gracias a los medios digitales, a aquellos periódicos que nos cuelgan sus noticias ya sea en su página web o vía Twitter fomentan que en un mundo donde gobierna Internet, todo el mundo tenga acceso a las noticias de última hora.

Puede que en la situación que estamos pasando de malestar económico, mucha gente opine que son argumentos de loca, ya que como decía Albert  Einstein Temo el día en el que la tecnología sobrepase a la humanidad... Porque entonces el mundo sólo tendrá una generación de perdidos desconectados.", o puede que piensen que ésta es la pizca de esperanza para que el mundo de la comunicación salga adelante, ese mundo que día a día se ve perjudicado por los ERES y del que parece imposible encontrar empleo, porque los tiempos cambian y … ¿quién no nos dice que la evolución de los medios de comunicación sea la solución al problema que nos acontece?

Perderse por Madrid

Madrid, no lo entiendas, vívelo


Tres años hace ya que dejé mi hogar, que deseaba salir de casa y recorrer mundo, comenzar una carrera y dedicarme a ella día a día.
De conocer gente nueva, vivir sola y saber lo que es echar de menos a cada momento. Llegar a Madrid, recorrer sus calles: pasear por el Retiro, sus jardines, sus fuentes, sus gentes; la plaza de Sol, llena de gente extranjera fotografiándose en la estatua del oso y el madroño; el barrio de  Malasaña y sus calles, donde perderse por sus bares, tiendas y pastelerías encantarían a cualquiera; Ni que decir queda de la calle Fuencarral, la zona de Moncloa, Ciudad Universitaria o pasarse un domingo cualquiera en el Rastro con sus encantos tras haber comido el típico bocata de calamares en la plaza mayor.






Las despedidas siempre son tristes

Viajes largos, cortos, en días soleados, nubosos, de tormenta o no. Fueron tan solo unos días, en los que con una gran sonrisa por el retorno subí al autobús, me coloqué los auriculares y dejé que la música fluyera por mi cabeza durante las tres horas de viaje. 

Llegar, bajar con ímpetu, coger la maleta y buscar como loca esa cara, esos brazos en los que me fundiría en un gran abrazo.
Fueron tres días cortos, de abrazos, tardes de sofá y manta, mimos y comida de mamá.
Y es que, sean los días que sean siempre toca comprar el billete de vuelta, siempre toca volver a dejar atrás esa pequeña ciudad lluviosa con grandes gentes.

Domingos lluviosos

Hoy es uno de esos días fríos, lluviosos, en los que miras por la ventana y se ven las aceras vacías, los coches pasar y la gente con paraguas en los pasos de peatones esperando a que el semáforo se ponga verde, cruzar y poder llegar a casa. Hoy es uno de esos domingos de calefacción, de sofá y manta, de dulces mientras ves una de esas películas de frases bonitas, de historia conmovedora y de reflexiones. 

Solemos construir nuestra vida en base a estereotipos, fijándonos en todo aquello que creemos que nos llegará a hacer felices, que nos llegará a completar tanto que no volveremos a pensar más en ello,  que solo disfrutaremos del momento.

No nos damos cuenta que la vida no espera, sigue, no hay un pause, ni siquiera un botón de retroceder o de avanzar según los momentos. En cualquier momento se puede ir todo aquello que completa, que te llena por dentro y acompañaba en tu día a día.


Y aún así, él sin estar ahí hace todo lo posible porque tu sonrisa permanezca en tu cara, porque de eso se trata, de vivir, de seguir adelante. Y ese fue su objeto, a pesar de saber que los días tenían cuenta atrás, que se marcharía en poco tiempo quiso que ella fuera feliz sin él a su lado, pero con él presente en su mente.


"No necesitas mis pertenencias para acordarte de mí, no necesitas conservarlas como prueba de que he existido o de que aún existo en tu mente. No necesitas ponerte un suéter mio para sentirme cerca de ti; Ya estoy ahí, estrechándote siempre en mis brazos.

La vida cambió para mi, y ahora ha vuelto a cambiar lo que no quiero es que te olvides de aquella  chica de la carretera.


Pongamos de moda la felicidad

Me gustan los días de tormenta,me gusta desayunar en la cama,ver como el sol va saliendo mientras suena la música de fondo,cantar en la ducha;odio la monotonía sin embargo me encanta quedarme los domingos viendo una película en el sofá; adoro prepararme para ir de fiesta con ellas y aconsejarnos que ponernos,estar los viernes tomando un café mientras mil charlas acompañan;me encanta verlas sonreír, que me miren y sonrían, amo la frase tengo que contarte; me encanta quedarme hasta la madrugada viendo las estrellas pasar, me encanta bailar,cantar,hacer el mongolo y reír sin parar hasta entrar el hipo (...)

Y es que constantemente intentamos describir qué nos hace felices, a dónde nos gustaría llegar, con quien nos gustaría soñar, viajar, cantar o bailar. Y no nos damos cuenta que la vida, es eso, eso que pasa mientras nos empeñamos en describir qué nos hace seguir adelante, son todos y cada uno de esos momentos que intentamos grabar en una cinta de vídeo, esos días que queremos redondear en el calendario, esos reencuentros con los familiares tras un tiempo sin verlos, esos viajes solitarios que nos hacen pensar.
Felicidad es disfrutar del sitio en el que estamos, cerrar los ojos y acordarse de lo bonito, tener a alguien que nos haga ser incoherentes, alguien que te empuje a hacer cosas que jamás creíste capaz de hacer. 


¡PONGAMOS DE MODA LA FELICIDAD!





Social Icons

Entrevistados