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miércoles, 28 de octubre de 2015

El poder de la cultura

Cine, música, museos, teatros... son infinitas las ofertas culturales que tenemos hoy en día para disfrutar. Cada vez se amplía más esa variedad gracias a Internet, ya que permite acceder de una forma más cómoda y barata, pero también es cierto (y menos mal) que los fines de semana son conocidos por las salidas, las escapadas y el estar sino todo, casi todo entero fuera de casa para poder disfrutar de alguna oferta de tu ciudad.
                   


 Está claro que la economía no beneficia en absoluto, y un claro ejemplo de ello es la poca frecuencia con la que se visitan los museos o la frecuencia con la que se asiste a obras de teatro, óperas, zarzuelas o mismamente el cine, donde ir un día a la semana puede suponer un gasto que gira en torno a los 15€, pero, ¿acaso no hay montones de bibliotecas, salas de exposiciones, museos, salas de conciertos o incluso facultades que ofrecen actividades culturales cada semana?

Según la encuesta realizada acerca del consumo de cultura, salen a la luz muchos datos como que los hombres pueden ser muy tacaños o por el contrario todo lo contrario y ser muy generosos, o que se consume más cultura en casa que fuera de ella, o simplemente que la cultura extranjera está más valorada que la española según los datos recogidos, pero no lo acepto, no y ante otro dato me escudo: la mayoría de gente explica que su grado de satisfacción con la oferta cultural de su ciudad es positivo, y que cada vez más los jóvenes consumen más cultura, o al menos parte de ella en casa.                                                                                                          


Yo solo veo un problema en este estudio, digamos que el origen de muchas cosas, y este es el tema del conocido dinero, esa moneda corriente que se usa para el pago de otros bienes y servicios y que está siendo la causa principal de que el consumo se realice desde casa, de que la gente ya no acuda tanto a los museos o teatros y de que el plan del cine haya pasado de palomitas en una sala enorme a sofá, manta y película en cada casa. Está claro que Internet es una herramienta básica y muy necesaria a día de hoy, pero para la cultura tiene un papel erróneo, y es que me refiero, es muy fácil ver una serie o una película en Internet, descargarte música o bajarte un libro. Es más complicado asistir a un teatro o a una biblioteca.   Eso es un gran problema y es que en un momento en el que estamos tan deshumanizados la cultura es lo más necesario




                                       

lunes, 19 de octubre de 2015

Cultura, un bien de primera necesidad

                             
Muchas veces observamos cómo la vida se guía por números, por recogidas de datos cuya finalidad es intentar fardar de ir en cabeza en algún ranking o muy por el contrario hacerte ver que las cosas no van como uno desea. 

 Como todos sabemos, las encuestas pueden dar a conocer opiniones, actitudes o comportamientos de los ciudadanos o simplemente que algo no está yendo bien, como es el caso del Anuario de Estadísticas que nos demuestra que no es un buen momento para la cultura española. Es con esta herramienta con la que podemos abrir los ojos y darnos cuenta de cómo en tan solo unos años el gasto en consumo culturales en nuestros hogares desciende rápidamente. Atendiendo a los datos presentados por el Anuario se observa que en España el gasto en cultura presenta una clara tendencia de decrecimiento desde hace varios años o más bien desde que comenzó la crisis. 

Cada vez el consumo de actividades como el cine, teatro, ballet, ópera, museos o actividades audiovisuales es menor, así del año 2012 al 2013 el gasto en libros y publicaciones periódicas descendió de 47´7 a 42´1; los servicios culturales de 90´3 a 89´2; los servicios audiovisuales de 128´9 a 116´6 y no solo por ser jóvenes, ya que en todos los grupos de edad podemos ver un claro descenso. Son datos especialmente negativos y en mi opinión sólo comparables en la historia reciente de nuestro país a los del bienio de 1992-1993, periodo de la anterior crisis económica padecida en España. 


Ante esta situación cabe preguntarse por qué, cuál es la causa que origina que haya un descenso en bienes tan necesarios como la cultura, y es que podría decirse que uno de los motivos son los estragos que ha causado la crisis en muchas familias que han visto mermada su capacidad adquisitiva como consecuencia de la pérdida del puesto de trabajo, pero sobretodo y a pesar de lo económico, lo más necesario es tener a alguien gobernando capaz de fomentar el consumo en un bien como es la cultura. 

Aunque esto se ha visto reflejado en un descenso del volumen total del gasto desde que comenzó la crisis española, poco a poco parece que la situación mejora o simplemente que cada día aparecen alternativas para evitar que este bien tan necesario nunca llegue a desaparecer. 
                     

El poder de la cultura

Cine, música, museos, teatros... son infinitas las ofertas culturales que tenemos hoy en día para disfrutar. Cada vez se amplía más esa variedad gracias a Internet, ya que permite acceder de una forma más cómoda y barata, pero también es cierto (y menos mal) que los fines de semana son conocidos por las salidas, las escapadas y el estar sino todo, casi todo entero fuera de casa para poder disfrutar de alguna oferta de tu ciudad.
                   


 Está claro que la economía no beneficia en absoluto, y un claro ejemplo de ello es la poca frecuencia con la que se visitan los museos o la frecuencia con la que se asiste a obras de teatro, óperas, zarzuelas o mismamente el cine, donde ir un día a la semana puede suponer un gasto que gira en torno a los 15€, pero, ¿acaso no hay montones de bibliotecas, salas de exposiciones, museos, salas de conciertos o incluso facultades que ofrecen actividades culturales cada semana?

Según la encuesta realizada acerca del consumo de cultura, salen a la luz muchos datos como que los hombres pueden ser muy tacaños o por el contrario todo lo contrario y ser muy generosos, o que se consume más cultura en casa que fuera de ella, o simplemente que la cultura extranjera está más valorada que la española según los datos recogidos, pero no lo acepto, no y ante otro dato me escudo: la mayoría de gente explica que su grado de satisfacción con la oferta cultural de su ciudad es positivo, y que cada vez más los jóvenes consumen más cultura, o al menos parte de ella en casa.                                                                                                          


Yo solo veo un problema en este estudio, digamos que el origen de muchas cosas, y este es el tema del conocido dinero, esa moneda corriente que se usa para el pago de otros bienes y servicios y que está siendo la causa principal de que el consumo se realice desde casa, de que la gente ya no acuda tanto a los museos o teatros y de que el plan del cine haya pasado de palomitas en una sala enorme a sofá, manta y película en cada casa. Está claro que Internet es una herramienta básica y muy necesaria a día de hoy, pero para la cultura tiene un papel erróneo, y es que me refiero, es muy fácil ver una serie o una película en Internet, descargarte música o bajarte un libro. Es más complicado asistir a un teatro o a una biblioteca.   Eso es un gran problema y es que en un momento en el que estamos tan deshumanizados la cultura es lo más necesario




                                       

Cultura, un bien de primera necesidad

                             
Muchas veces observamos cómo la vida se guía por números, por recogidas de datos cuya finalidad es intentar fardar de ir en cabeza en algún ranking o muy por el contrario hacerte ver que las cosas no van como uno desea. 

 Como todos sabemos, las encuestas pueden dar a conocer opiniones, actitudes o comportamientos de los ciudadanos o simplemente que algo no está yendo bien, como es el caso del Anuario de Estadísticas que nos demuestra que no es un buen momento para la cultura española. Es con esta herramienta con la que podemos abrir los ojos y darnos cuenta de cómo en tan solo unos años el gasto en consumo culturales en nuestros hogares desciende rápidamente. Atendiendo a los datos presentados por el Anuario se observa que en España el gasto en cultura presenta una clara tendencia de decrecimiento desde hace varios años o más bien desde que comenzó la crisis. 

Cada vez el consumo de actividades como el cine, teatro, ballet, ópera, museos o actividades audiovisuales es menor, así del año 2012 al 2013 el gasto en libros y publicaciones periódicas descendió de 47´7 a 42´1; los servicios culturales de 90´3 a 89´2; los servicios audiovisuales de 128´9 a 116´6 y no solo por ser jóvenes, ya que en todos los grupos de edad podemos ver un claro descenso. Son datos especialmente negativos y en mi opinión sólo comparables en la historia reciente de nuestro país a los del bienio de 1992-1993, periodo de la anterior crisis económica padecida en España. 


Ante esta situación cabe preguntarse por qué, cuál es la causa que origina que haya un descenso en bienes tan necesarios como la cultura, y es que podría decirse que uno de los motivos son los estragos que ha causado la crisis en muchas familias que han visto mermada su capacidad adquisitiva como consecuencia de la pérdida del puesto de trabajo, pero sobretodo y a pesar de lo económico, lo más necesario es tener a alguien gobernando capaz de fomentar el consumo en un bien como es la cultura. 

Aunque esto se ha visto reflejado en un descenso del volumen total del gasto desde que comenzó la crisis española, poco a poco parece que la situación mejora o simplemente que cada día aparecen alternativas para evitar que este bien tan necesario nunca llegue a desaparecer. 
                     

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