Hoy es uno de esos días fríos, lluviosos, en los que miras por la ventana y se ven las aceras vacías, los coches pasar y la gente con paraguas en los pasos de peatones esperando a que el semáforo se ponga verde, cruzar y poder llegar a casa. Hoy es uno de esos domingos de calefacción, de sofá y manta, de dulces mientras ves una de esas películas de frases bonitas, de historia conmovedora y de reflexiones.
No nos damos cuenta que la vida no espera, sigue, no hay un pause, ni siquiera un botón de retroceder o de avanzar según los momentos. En cualquier momento se puede ir todo aquello que completa, que te llena por dentro y acompañaba en tu día a día.
Y aún así, él sin estar ahí hace todo lo posible porque tu sonrisa permanezca en tu cara, porque de eso se trata, de vivir, de seguir adelante. Y ese fue su objeto, a pesar de saber que los días tenían cuenta atrás, que se marcharía en poco tiempo quiso que ella fuera feliz sin él a su lado, pero con él presente en su mente.
"No necesitas mis pertenencias para acordarte de mí, no necesitas conservarlas como prueba de que he existido o de que aún existo en tu mente. No necesitas ponerte un suéter mio para sentirme cerca de ti; Ya estoy ahí, estrechándote siempre en mis brazos.
La vida cambió para mi, y ahora ha vuelto a cambiar lo que no quiero es que te olvides de aquella chica de la carretera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario