Ilusión, magia, sonrisas y juego. Es así como con tan solo 7 años concebía lo que acabaría siendo una de mis pasiones a lo largo de mi vida, algo con lo que sería feliz.
Martes y jueves por las tardes rodeados de la mejor compañía. Mayas, medias, moños apretados, punteras y un gran tapiz donde el cuerpo se movía con tan solo darle al play al radiocasette. Fueron quizás los años más divertidos de mi vida, aquellos donde me ponía nerviosa con cada anuncio de exhibición, con aquellas gradas llenas de gente y donde las madres mostraban sus caras de orgullo e ilusión de ver a sus pequeñas danzar por aquel pabellón.
Hoy traigo un vídeo que me hace recordar todos aquellos momentos de sueños, nostalgia, grandes amistades y una gran pasión: la gimnasia rítmica
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