La homofobia nos persigue, se implanta en nuestra vida a pesar de ir avanzando. De nuevo salen más casos de peleas, abusos y acosos a personas por el mero hecho de ser lesbianas o gays.
Son muchas las personas que se sienten incómodas de mostrar su verdadera identidad, que ya, desde edades tempranas como puede ser en el colegio aparecen los primeros acosos.
La última noticia conocida de este tipo fue la historia de una pareja gay que pasaba una tarde en un restaurante de comida rápida del cual les echaron por el mero hecho de darse un beso en público y "molestar" a una pareja heterosexual por la incomodidad que sentían al ver ese "beso".
Día a día vamos viendo como miembros del propio partido político que desgobierna en España defienden en el Congreso y en diferentes mítines y entrevistas sus actos y las consecuencias según ellos beneficiosas que están solucionando el panorama actual: véase recortes en sanidad, educación, pensiones...
Pero la realidad es otra, y creo que por mucho que quieran intentar hacernos creer que son adecuadas y correctas sus acciones hasta ellos mismos algún día opinaron lo mismo que el mundo real
Es por cosas como estas por las que se necesita un cambio, una regeneración de partidos, la aparición de alguno que cumpla con sus propuestas y programas políticos y que realmente se preocupe por el bienestar social y no solo por los beneficios que puedan obtener.
Esto es lo que se me pasa por la cabeza a tal día como hoy, 11 de diciembre cuando lees una noticia nueva sobre el Estado Islámico y las mujeres, donde se ha publicado una guía sobre cómo tratar a las mujeres, donde se convierte a las mujeres en mercancía.
Las instrucciones constan de un total de 27 preguntas con sus respectivas respuestas sobre las 'Al Sabi', que define como "mujeres del pueblo en guerra que han sido capturadas por combatientes musulmanes".
"Lo que hace legítimo hacer prisioneras es su falta de fe. Las mujeres no creyentes pueden tenerse como prisioneras, después de que el imán las haya repartido entre nosotros". El grupo yihadista hace hincapié en la posibilidad de tener relaciones sexuales con estas mujeres. "Si es virgen, su dueño puede tener relaciones sexuales con ella inmediatamente, pero, si no lo es, su útero debe ser purificado"
Además, se explica que "se pueden tener relaciones sexuales con prisioneras que no hayan alcanzado la pubertad, siempre y cuando estén preparadas". Si no lo están su "dueño" debe "disfrutarla" sin tener relaciones sexuales. El Estado Islámico señala que, en general, está prohibido mantener relaciones sexuales o cualquier otro tipo de contacto físico con la prisionera de otro hombre, a no ser que ambos hayan llegado a un acuerdo para "compartirla".
Los milicianos suníes presentan a la mujer como una mercancía susceptible de comercio entre los hombres, pero establecen reglas estrictas sobre la propiedad de la prisionera y su transmisión a otros como tal. "Es posible comprar y vender o regalar prisioneras a las esposas que se lo hayan merecido", sostiene. Solamente impone dos impedimentos: "no se puede separar a una madre de una hija, a no ser que ya esté madura", y "no se puede vender una mujer embarazada por su dueño".
El Estado Islámico permite que una mujer sea "propiedad" de varios hombres, que deberán llegar a un acuerdo para "usarla", y que un mismo hombre tenga varias prisioneras, aunque "no podrá tener relaciones sexuales con ellas a la vez". La fatua regula también la sucesión 'mortis causa'. "Si un hombre muere, sus prisioneras se distribuyen como parte de herencia",aunque "si el padre o los hijos" del fallecido "ya han mantenido relaciones sexuales con ella" el heredero solo podrá usarla como "sirvienta". Además, que "es posible golpear a las prisioneras" aunque solo como medida disciplinaria. "Está prohibido pegarlas solamente con fines placenteros o de tortura", Solo prohíbe pegar en la cara. Asimismo, se contempla la posibilidad de que las mujeres huyan de sus "dueños". "Es uno de los pecados más graves" aunque el Corán no establece un castigo específico, "deberán ser castigadas para disuadir a otras de escapar".
A pesar de todo ello, el grupo yihadista no está en contra de liberar prisioneras. "Mahoma dijo: 'aquel que libera a un prisionero libera cada órgano de su cuerpo del cuerpo del infierno". Está claro que las diferencias son abismales de un país a otro, pero, ¿hasta qué punto vamos a aguantar a dejar que un conjunto de hombres trate como objetos a mujeres que, son exactamente igual que ellos simplemente por ser eso, mujeres?
Algún día esto tiene que explotar, tiene que ponerse fin a esos ideales que dejan a los derechos de las mujeres estancados, incluso el derecho de vivir. No es humano que en pleno año 2014 continúen las lapidaciones, las violaciones, las "ventas" y tráfico de mujeres.
Pero así es como siguen apareciendo testimonios de todas aquellas que lo sufren, y como se siguen escuchando cosas como "Nos encerraron en una habitación, cada día, los hombres venían, nos obligaban a quitarnos el velo y elegían a cual iban a violar".y no se hace nada al respecto.
Eso sí, la guía solo prohíbe vender a una mujer embarazada por su amo y separar a una madre de su hija pequeña, como si tal hecho fuera el más normal del mundo.
Siglo XXI, derechos humanos, igualdad¿para quién? Está claro que no para ellas
“Quien no
apuesta no gana”, quizá una de las frases o dichos más escuchados hoy en día, o
quizá solo una frase de ánimo para hacer algo que nuestra cobardía o miedo no
nos permite.
Se puede
aplicar a nuestro día a día, pero también a la política, profesión en las que
las mujeres, o como muchos opinan “el sexo débil”, quedan relegadas en la
mayoría de las veces.
El acceso de
la mujer a la política comenzó a finales del siglo XX, cuando las mujeres
ganaron la batalla por el derecho al voto. La igualdad de oportunidades para
las mujeres pasa por una participación y representación en los puestos de toma
de decisiones, y aunque el mundo y nuestra sociedad han ido avanzando poco a
poco, sabemos que las mujeres no intervienen en las decisiones políticas ni
acceden a cargos de poder en la misma forma que los hombres.
No me
olvidaré de señalar que la participación femenina en política se ha
incrementado, pues tenemos cientos de ejemplos de cargos que, más o menos
afines a ellas, son ocupados por mujeres, pero continúa siendo
desproporcionadamente baja. Seguimos a merced de decisiones políticas tomadas
por una mayoría de hombres.
Un buen
ejemplo de todo esto puede ser la elección de Sarah Palin(gobernadora de
Alaska) como vicepresidenta del partido Republicano de Estados Unidos. Hasta
hace relativamente bien poco se hacía raro ver como el país se podía dejar en
manos de una mujer, pensar que podía tomar las decisiones tan importantes como
las que acarrea la política era una idea disparatada y de locos. Así, el
partido Republicano de McCain cerca de unas elecciones vio la necesidad de
renovarse, de cambiar si quería seguir en cabeza y gobernando.
Partido
conservador, tradicional y familiar en el que se dudó por muchos que una mujer
pudiera ocupar tal cargo y al que tras las elecciones muchos achacaron la
victoria de Barack Obama a la elección de Sarah Palin como vicepresidenta.
Duele pensar
que una derrota sea relacionada en muchos casos por mentes cerradas con una
decisión así. No opino que esto sea así, de hecho opino que fue por la carencia
de acercamiento y comprensión de dicho partido, asunto que Obama a pesar de ser
nuevo en ello supo hacerlo y llevarlo durante toda la campaña. Creo fielmente
que es probable que existan barreras socioculturales fuertes sujetas a
condicionamientos históricos. Los prejuicios y estereotipos que arrastra la
sociedad de épocas anteriores asignan a
las mujeres responsabilidades entendidas como femeninas.
Sarah Palin,
mujer ultraconservadora, religiosa y familiar supo combinar todo ello, y a
pesar de la derrota creo que dejó ver cómo ese cambio era necesario, cómo la
figura de una mujer que fue cercana con los ciudadanos, comprensiva e
interesada por sus problemas ayudó a acortar la distancia de puntos entre Obama
y McCain, y generó una confianza que muchos de sus seguidores daban por
perdida.
La democracia
es un valor fundamental de los estados que requiere una participación y una
representación igual de los ciudadanos de ambos sexos en la toma de decisiones.
En este sentido, las mujeres todavía tenemos un largo camino por recorrer.
Así pues,
como dijo José Martí "Política es eso: el arte de ir levantando hasta la justicia la humanidad injusta; de conciliar la fiera egoísta con el ángel generoso; de favorecer y de armonizar para el bien general, y con miras a la virtud, los intereses."
Hace poco escribí una entrada sobre Madrid, sus calles, sus barrios y sus zonas que encandilan a cualquiera, pero hoy me tomo la molestia de hacerle un hueco en el blog a Zamora, esa pequeña ciudad que muchos no conocerán ni situarán, pero que a parte de todas y cada una de sus calles destaca por una de sus fiestas, por su Semana Santa:
Zamora, ciudad castellano
leonesa, situada al noroeste de España da comienzo a su peculiar y conocida
Semana Santa.
Con sus calles recogidas, angostas y
tortuosas, de viejo y humilde caserío, salpicada aquí y allá de iglesias y
conventos, cercada aún por viejas y gruesas murallas y por un caudaloso río, el
Duero. Todo ello son características que condicionan su Semana Santa, y hoy difícilmente
se podría entender sus procesiones sino las contemplásemos en esos lugares que
su tradición ha señalado como emblemáticos de su recorrido y que en Zamora son
la Plaza Mayor, las calles Santa Clara o la Rúa, la Catedral o el Puente de
Piedra, entre otros. Es por todos esos lugares por los que se puede disfrutar
de sus austeras y coloridas procesiones.
Es también la fisonomía de esta
vieja ciudad de la meseta la que encaja en perfectas condiciones con el modelo
de Semana Santa que en Zamora se ajusta a este estereotipo: sencillez,
austeridad… adjetivos que encajan con la forma de ser y de expresar su
religiosidad los zamoranos, que se asemeja al paisaje y clima extremo.
Sus procesiones son sencillas y
sobrias, con túnicas pobres, de percal o estameña, sandalias franciscanas o
zapatos, cera o una sencilla cruz, con pasos, coronas o mantos decorados con
algún detalle en oro o plata, peinetas, mantillas, color negro que se apodera
de la ocasión o sencillas medallas acordes con el color de la congregación.
Esos son los rudimentos esenciales, junto con el silencio y las marchas
procesionales, que hacen más llevadera la penitente carga de los pasos a
hombros.
Con procesiones peculiares
durante toda la semana los zamoranos y zamoranas salen a las calles con sus
peculiares vestimentas, así, el jueves santo, mujeres y hombres se reúnen a las
9 de la mañana para dar lugar a la procesión que durará hasta bien entrado el
al mediodía. Con sus abrigos y medias negras, peinetas y mantillas moviéndose
con el viento, sus guantes finos blancos, zapatos de tacón o no, tulipas con
velas encendidas y medalla color verde esperanza, mujeres de todas las edades
caminan en filas y cruzan el conocido Puente de Piedra sujetándose la mantilla
mientras tras ellas el resto de cofrades con sus túnicas blancas y verdes con
bordados marcan el paso con su banda de cornetas y tambores y sus varas.
Es así, como la mañana del Jueves
Santo Zamora y su Semana Santa,
considerada de interés turístico, se tiñe de verde color Esperanza.
y así podríamos seguir cada día, pero, ni que decir queda que las mujeres no son las únicas víctimas de este tipo de sucesos, nadie se para a pensar que muchas hombres sufren igualmente y de igual forma ese tipo de abusos: hombres maltratados
La violencia de género, ese concepto que debería defender ambos sexos se ha convertido en violencia hacia mujeres dejando en el olvido al otro género. Pero a parte de que esa violencia se ha vuelto invisible, los distintos medios no paran de bombardearnos cada día con anuncios sobre cómo defenderse en caso de que una mujer sufra estos abusos. ¿Acaso las mujeres debemos aprender a defendernos? Coger un teléfono, llamar y denunciar, que en muchos casos las detenciones duran escasas horas, el hombre sale de la cárcel, asesina a su pareja o expareja en muchos casos y luego, si cabe, se suicida.
¿Es esta la protección que deseamos? Creo que la sociedad está equivocada, que no deberían de hacerse pancartas o rótulos con números de teléfono ni imágenes que intenten concienciar a las mujeres para que se defiendan. Porque ahí es donde está el error, defenderse de algo que no debería existir de primeras, que lo que realmente necesitamos es educar mentes a no dar el paso de maltratar, y digo mentes porque estoy cansada de leer y escuchar que las mujeres tienen que defenderse y avisar a la policía o seres queridos cuanto antes olvidándose de que los hombres también lo sufren. Lo que se necesita, es parar, erradicar todo maltrato, que ambos sexos aprendan a no maltratar, no aprender a defenderse.
Aprendamos a enseñar a no maltratar y no a defendernos del maltrato.
Mes de diciembre, y con él sus respectivos días festivos; Sí, llega la Navidad, ese tiempo que muchos relacionan con vacaciones, con dulces típicos, con mesas repletas de roscones, Papá Noel, los reyes y sus respectivos regalos
Salir a la calle y toparte con las luces que decoran cada rincón, los árboles colocados por los sitios más céntricos, el espectáculo de Cortylandia rodeado de niños deseosos de verlo, belenes colocados por las calles, anuncios por todas y cada una de las cadenas de televisión que te lo recuerdan a cada segundo.
Escaparates con juguetes, bombones, ropa navideña o roscones. Está claro que son fechas en las que la felicidad se apodera de las caras de la gente, pero ¿es navidad para todo el mundo? ¿todo el mundo tiene igualdad de condiciones? ¿regalos cada 25 de diciembre y 6 de enero, comidas especiales en familia, incluso lo más básico, un techo donde pasar los días?
No hace falta ir lejos para comprobar la miseria. En una sociedad treméndamente desigual como la nuestra, donde coexiste la pobreza de gravedad con la abundancia extrema. Es precisamente en los entrañables días navideños - paradójicamente en torno a quien nació en un pobre pesebre y predicó la humildad, la caridad y la austeridad- cuando los corazones se abren y enternecen, cuando se habla más de “los pobres”, pues durante el resto del año, al ritmo de estrés, apenas se nota.
¿Realmente gastar mucho dinero en unas fechas determinadas como son éstas nos hará sentirnos mejor? ¿es alguna muestra de afecto lo material?
No olvidar que son conocidas por todos, pero no especiales para todos. Nos despertamos un día nuevo y al leer las noticias nos encontramos con el panorama actual: pobres cada día más pobres y aquellos que de un modo u otro nos representan cada vez más ricos. Cada día este es el panorama:
Realmente es un tiempo de gasto, de regalos y de compras, es el principal objetivo de esta sociedad, como diría Melendi "la navidad la ha inventado el Corte inglés"
Son tiempos duros para los soñadores, son tiempos duros para la realidad.
Aún no entiendo la forma de ver el mundo de mucha gente, aún no comprendo por qué no quererse, por qué intentar parecernos a unos estereotipos estúpidos, aquellos que desgraciadamente va inculcando la sociedad, esa sociedad que presume de que las pasarelas estén repletas de chicas anoréxicas, aquella en la que a una talla 36 se le denomina "grande" "plussize" .
Pero no es lo peor el que se inculquen esos valores, que al fin y al cabo pueden ser ignorados por la gente que tenga un poco de cabeza. Lo peor es imitarlo, que se desee todo aquello que daña a la salud, que se lleguen a coger complejos absurdos cuando realmente se está perfecta.
Hace un tiempo que leí la noticia de la gran cantidad de críticas que llegaban a Calvin Klein por querer imponer que una modelo con talla M fuera de talla grande. ¡La sociedad se va al carajo, en qué mundo vivimos!
Aún queda un poquito de esperanza en nuestra vida, cuando tras más de 50 años, sale a la venta una Barbie, una muñeca con proporciones reales, y no ese tallaje 90-60-90.
Vivamos asumiendo nuestros cuerpos, vivamos asumiendo nuestras tallas, no todo lo delgado es bonito, ni todo lo ancho, grueso o gordo es feo. Dejemos a un lado a las it girls, a los ideales del cuerpo falso, vive y se feliz.
Día a día vamos viendo cómo las redes sociales van ocupando más tiempo
en nuestra vida, ¿recuerdas cuando la gente quedaba para tomar café y contarse
miles de historias?
Hoy por hoy las calles están repletas de gente que va caminando
pendiente del móvil, las terrazas son un cúmulo de gente tecleando su
“Android”, “Iphone” o “Blackberry” , el metro ya no está repleto de personas
con libros en la mano o periódicos para leer entre parada y parada, ahora todo
ello está siendo sustituido por las nuevas tecnologías.
Las redes sociales, aquellos medios de comunicación social ideados
para que la gente se pueda relacionar, ¿nos están robando la vida social o la
están ampliando?
Aún recuerdo cuando salió a la venta el primer teléfono móvil, ese
aparato inalámbrico nuevo, extraño y que apenas un centenar de personas lo
tenían, hoy en día no conozco ninguna persona que sea capaz de permanecer un día
sin él. Hemos pasado de llamadas a sms, mms, a videollamadas e incluso al
WhatsApp, esa aplicación que ha revolucionado el mundo.
Ahora podemos hablar e incluso quedar gratis, sin realizar el esfuerzo
de vestirnos y cruzar la calle para llenar esos parques y terrazas que antes
veíamos repletos de jóvenes hablando.
Pero no solo es eso, ya no tenemos que ir al pequeño quiosco donde
íbamos toda la vida para comprar el periódico y bañarnos en noticias, ahora con
un solo “click” en el ordenador o móvil conseguimos informarnos rápida y
sencillamente.
Mucha gente opinará que todos estos avances solo están perjudicando
nuestra vida, que ya no nos relacionamos como antes y que no nos decimos las
cosas a la cara, sino que hablamos y sonreímos a la pantalla del ordenador como
si de la persona se tratara, o nos pasamos horas frente a un ordenador en busca
de novedades y últimas noticias en vez de salir a la calle y toparnos con
ellas.
Pero la realidad es muy distinta, en estos tiempos donde nos azota una
crisis económica de la que es difícil salir, tener medios gratuitos que nos
ayuden a comunicarnos e informarnos da lugar a que la gente se interese y lea más,
porque en unos pocos minutos podemos estar actualizados.
Gracias a los medios digitales, a aquellos periódicos que nos cuelgan
sus noticias ya sea en su página web o vía Twitter fomentan que en un mundo
donde gobierna Internet, todo el mundo tenga acceso a las noticias de última
hora.
Puede que en la situación que estamos pasando de malestar económico,
mucha gente opine que son argumentos de loca, ya que como decía Albert Einstein “Temo el día
en el que la tecnología sobrepase a la humanidad... Porque entonces el mundo
sólo tendrá una generación de perdidos desconectados.", o puede que
piensen que ésta es la pizca de esperanza para que el mundo de la comunicación
salga adelante, ese mundo que día a día se ve perjudicado por los ERES y del
que parece imposible encontrar empleo, porque los tiempos cambian y … ¿quién no
nos dice que la evolución de los medios de comunicación sea la solución al
problema que nos acontece?
Tres años hace ya que dejé mi hogar, que deseaba salir de casa y recorrer mundo, comenzar una carrera y dedicarme a ella día a día. De conocer gente nueva, vivir sola y saber lo que es echar de menos a cada momento. Llegar a Madrid, recorrer sus calles: pasear por el Retiro, sus jardines, sus fuentes, sus gentes; la plaza de Sol, llena de gente extranjera fotografiándose en la estatua del oso y el madroño; el barrio de Malasañay sus calles, donde perderse por sus bares, tiendas y pastelerías encantarían a cualquiera; Ni que decir queda de la calle Fuencarral, la zona deMoncloa, Ciudad Universitaria o pasarse un domingo cualquiera en el Rastro con sus encantos tras haber comido el típico bocata de calamares en la plaza mayor.
Viajes largos, cortos, en días soleados, nubosos, de tormenta o no. Fueron tan solo unos días, en los que con una gran sonrisa por el retorno subí al autobús, me coloqué los auriculares y dejé que la música fluyera por mi cabeza durante las tres horas de viaje.
Llegar, bajar con ímpetu, coger la maleta y buscar como loca esa cara, esos brazos en los que me fundiría en un gran abrazo.
Fueron tres días cortos, de abrazos, tardes de sofá y manta, mimos y comida de mamá.
Y es que, sean los días que sean siempre toca comprar el billete de vuelta, siempre toca volver a dejar atrás esa pequeña ciudad lluviosa con grandes gentes.
Hoy es uno de esos días fríos, lluviosos, en los que miras por la ventana y se ven las aceras vacías, los coches pasar y la gente con paraguas en los pasos de peatones esperando a que el semáforo se ponga verde, cruzar y poder llegar a casa. Hoy es uno de esos domingos de calefacción, de sofá y manta, de dulces mientras ves una de esas películas de frases bonitas, de historia conmovedora y de reflexiones.
Solemos construir nuestra vida en base a estereotipos, fijándonos en todo aquello que creemos que nos llegará a hacer felices, que nos llegará a completar tanto que no volveremos a pensar más en ello, que solo disfrutaremos del momento.
No nos damos cuenta que la vida no espera, sigue, no hay un pause, ni siquiera un botón de retroceder o de avanzar según los momentos. En cualquier momento se puede ir todo aquello que completa, que te llena por dentro y acompañaba en tu día a día.
Y aún así, él sin estar ahí hace todo lo posible porque tu sonrisa permanezca en tu cara, porque de eso se trata, de vivir, de seguir adelante. Y ese fue su objeto, a pesar de saber que los días tenían cuenta atrás, que se marcharía en poco tiempo quiso que ella fuera feliz sin él a su lado, pero con él presente en su mente.
"No necesitas mis pertenencias para acordarte de mí, no necesitas conservarlas como prueba de que he existido o de que aún existo en tu mente. No necesitas ponerte un suéter mio para sentirme cerca de ti; Ya estoy ahí, estrechándote siempre en mis brazos.
Me gustan los días de tormenta,me gusta desayunar en la cama,ver como el sol va saliendo mientras suena la música de fondo,cantar en la ducha;odio la monotonía sin embargo me encanta quedarme los domingos viendo una película en el sofá; adoro prepararme para ir de fiesta con ellas y aconsejarnos que ponernos,estar los viernes tomando un café mientras mil charlas acompañan;me encanta verlas sonreír, que me miren y sonrían, amo la frase tengo que contarte; me encanta quedarme hasta la madrugada viendo las estrellas pasar, me encanta bailar,cantar,hacer el mongolo y reír sin parar hasta entrar el hipo (...)
Y es que constantemente intentamos describir qué nos hace felices, a dónde nos gustaría llegar, con quien nos gustaría soñar, viajar, cantar o bailar. Y no nos damos cuenta que la vida, es eso, eso que pasa mientras nos empeñamos en describir qué nos hace seguir adelante, son todos y cada uno de esos momentos que intentamos grabar en una cinta de vídeo, esos días que queremos redondear en el calendario, esos reencuentros con los familiares tras un tiempo sin verlos, esos viajes solitarios que nos hacen pensar.
Felicidad es disfrutar del sitio en el que estamos, cerrar los ojos y acordarse de lo bonito, tener a alguien que nos haga ser incoherentes, alguien que te empuje a hacer cosas que jamás creíste capaz de hacer.
La homofobia nos persigue, se implanta en nuestra vida a pesar de ir avanzando. De nuevo salen más casos de peleas, abusos y acosos a personas por el mero hecho de ser lesbianas o gays.
Son muchas las personas que se sienten incómodas de mostrar su verdadera identidad, que ya, desde edades tempranas como puede ser en el colegio aparecen los primeros acosos.
La última noticia conocida de este tipo fue la historia de una pareja gay que pasaba una tarde en un restaurante de comida rápida del cual les echaron por el mero hecho de darse un beso en público y "molestar" a una pareja heterosexual por la incomodidad que sentían al ver ese "beso".
Día a día vamos viendo como miembros del propio partido político que desgobierna en España defienden en el Congreso y en diferentes mítines y entrevistas sus actos y las consecuencias según ellos beneficiosas que están solucionando el panorama actual: véase recortes en sanidad, educación, pensiones...
Pero la realidad es otra, y creo que por mucho que quieran intentar hacernos creer que son adecuadas y correctas sus acciones hasta ellos mismos algún día opinaron lo mismo que el mundo real
Es por cosas como estas por las que se necesita un cambio, una regeneración de partidos, la aparición de alguno que cumpla con sus propuestas y programas políticos y que realmente se preocupe por el bienestar social y no solo por los beneficios que puedan obtener.
Esto es lo que se me pasa por la cabeza a tal día como hoy, 11 de diciembre cuando lees una noticia nueva sobre el Estado Islámico y las mujeres, donde se ha publicado una guía sobre cómo tratar a las mujeres, donde se convierte a las mujeres en mercancía.
Las instrucciones constan de un total de 27 preguntas con sus respectivas respuestas sobre las 'Al Sabi', que define como "mujeres del pueblo en guerra que han sido capturadas por combatientes musulmanes".
"Lo que hace legítimo hacer prisioneras es su falta de fe. Las mujeres no creyentes pueden tenerse como prisioneras, después de que el imán las haya repartido entre nosotros". El grupo yihadista hace hincapié en la posibilidad de tener relaciones sexuales con estas mujeres. "Si es virgen, su dueño puede tener relaciones sexuales con ella inmediatamente, pero, si no lo es, su útero debe ser purificado"
Además, se explica que "se pueden tener relaciones sexuales con prisioneras que no hayan alcanzado la pubertad, siempre y cuando estén preparadas". Si no lo están su "dueño" debe "disfrutarla" sin tener relaciones sexuales. El Estado Islámico señala que, en general, está prohibido mantener relaciones sexuales o cualquier otro tipo de contacto físico con la prisionera de otro hombre, a no ser que ambos hayan llegado a un acuerdo para "compartirla".
Los milicianos suníes presentan a la mujer como una mercancía susceptible de comercio entre los hombres, pero establecen reglas estrictas sobre la propiedad de la prisionera y su transmisión a otros como tal. "Es posible comprar y vender o regalar prisioneras a las esposas que se lo hayan merecido", sostiene. Solamente impone dos impedimentos: "no se puede separar a una madre de una hija, a no ser que ya esté madura", y "no se puede vender una mujer embarazada por su dueño".
El Estado Islámico permite que una mujer sea "propiedad" de varios hombres, que deberán llegar a un acuerdo para "usarla", y que un mismo hombre tenga varias prisioneras, aunque "no podrá tener relaciones sexuales con ellas a la vez". La fatua regula también la sucesión 'mortis causa'. "Si un hombre muere, sus prisioneras se distribuyen como parte de herencia",aunque "si el padre o los hijos" del fallecido "ya han mantenido relaciones sexuales con ella" el heredero solo podrá usarla como "sirvienta". Además, que "es posible golpear a las prisioneras" aunque solo como medida disciplinaria. "Está prohibido pegarlas solamente con fines placenteros o de tortura", Solo prohíbe pegar en la cara. Asimismo, se contempla la posibilidad de que las mujeres huyan de sus "dueños". "Es uno de los pecados más graves" aunque el Corán no establece un castigo específico, "deberán ser castigadas para disuadir a otras de escapar".
A pesar de todo ello, el grupo yihadista no está en contra de liberar prisioneras. "Mahoma dijo: 'aquel que libera a un prisionero libera cada órgano de su cuerpo del cuerpo del infierno". Está claro que las diferencias son abismales de un país a otro, pero, ¿hasta qué punto vamos a aguantar a dejar que un conjunto de hombres trate como objetos a mujeres que, son exactamente igual que ellos simplemente por ser eso, mujeres?
Algún día esto tiene que explotar, tiene que ponerse fin a esos ideales que dejan a los derechos de las mujeres estancados, incluso el derecho de vivir. No es humano que en pleno año 2014 continúen las lapidaciones, las violaciones, las "ventas" y tráfico de mujeres.
Pero así es como siguen apareciendo testimonios de todas aquellas que lo sufren, y como se siguen escuchando cosas como "Nos encerraron en una habitación, cada día, los hombres venían, nos obligaban a quitarnos el velo y elegían a cual iban a violar".y no se hace nada al respecto.
Eso sí, la guía solo prohíbe vender a una mujer embarazada por su amo y separar a una madre de su hija pequeña, como si tal hecho fuera el más normal del mundo.
Siglo XXI, derechos humanos, igualdad¿para quién? Está claro que no para ellas
“Quien no
apuesta no gana”, quizá una de las frases o dichos más escuchados hoy en día, o
quizá solo una frase de ánimo para hacer algo que nuestra cobardía o miedo no
nos permite.
Se puede
aplicar a nuestro día a día, pero también a la política, profesión en las que
las mujeres, o como muchos opinan “el sexo débil”, quedan relegadas en la
mayoría de las veces.
El acceso de
la mujer a la política comenzó a finales del siglo XX, cuando las mujeres
ganaron la batalla por el derecho al voto. La igualdad de oportunidades para
las mujeres pasa por una participación y representación en los puestos de toma
de decisiones, y aunque el mundo y nuestra sociedad han ido avanzando poco a
poco, sabemos que las mujeres no intervienen en las decisiones políticas ni
acceden a cargos de poder en la misma forma que los hombres.
No me
olvidaré de señalar que la participación femenina en política se ha
incrementado, pues tenemos cientos de ejemplos de cargos que, más o menos
afines a ellas, son ocupados por mujeres, pero continúa siendo
desproporcionadamente baja. Seguimos a merced de decisiones políticas tomadas
por una mayoría de hombres.
Un buen
ejemplo de todo esto puede ser la elección de Sarah Palin(gobernadora de
Alaska) como vicepresidenta del partido Republicano de Estados Unidos. Hasta
hace relativamente bien poco se hacía raro ver como el país se podía dejar en
manos de una mujer, pensar que podía tomar las decisiones tan importantes como
las que acarrea la política era una idea disparatada y de locos. Así, el
partido Republicano de McCain cerca de unas elecciones vio la necesidad de
renovarse, de cambiar si quería seguir en cabeza y gobernando.
Partido
conservador, tradicional y familiar en el que se dudó por muchos que una mujer
pudiera ocupar tal cargo y al que tras las elecciones muchos achacaron la
victoria de Barack Obama a la elección de Sarah Palin como vicepresidenta.
Duele pensar
que una derrota sea relacionada en muchos casos por mentes cerradas con una
decisión así. No opino que esto sea así, de hecho opino que fue por la carencia
de acercamiento y comprensión de dicho partido, asunto que Obama a pesar de ser
nuevo en ello supo hacerlo y llevarlo durante toda la campaña. Creo fielmente
que es probable que existan barreras socioculturales fuertes sujetas a
condicionamientos históricos. Los prejuicios y estereotipos que arrastra la
sociedad de épocas anteriores asignan a
las mujeres responsabilidades entendidas como femeninas.
Sarah Palin,
mujer ultraconservadora, religiosa y familiar supo combinar todo ello, y a
pesar de la derrota creo que dejó ver cómo ese cambio era necesario, cómo la
figura de una mujer que fue cercana con los ciudadanos, comprensiva e
interesada por sus problemas ayudó a acortar la distancia de puntos entre Obama
y McCain, y generó una confianza que muchos de sus seguidores daban por
perdida.
La democracia
es un valor fundamental de los estados que requiere una participación y una
representación igual de los ciudadanos de ambos sexos en la toma de decisiones.
En este sentido, las mujeres todavía tenemos un largo camino por recorrer.
Así pues,
como dijo José Martí "Política es eso: el arte de ir levantando hasta la justicia la humanidad injusta; de conciliar la fiera egoísta con el ángel generoso; de favorecer y de armonizar para el bien general, y con miras a la virtud, los intereses."
Hace poco escribí una entrada sobre Madrid, sus calles, sus barrios y sus zonas que encandilan a cualquiera, pero hoy me tomo la molestia de hacerle un hueco en el blog a Zamora, esa pequeña ciudad que muchos no conocerán ni situarán, pero que a parte de todas y cada una de sus calles destaca por una de sus fiestas, por su Semana Santa:
Zamora, ciudad castellano
leonesa, situada al noroeste de España da comienzo a su peculiar y conocida
Semana Santa.
Con sus calles recogidas, angostas y
tortuosas, de viejo y humilde caserío, salpicada aquí y allá de iglesias y
conventos, cercada aún por viejas y gruesas murallas y por un caudaloso río, el
Duero. Todo ello son características que condicionan su Semana Santa, y hoy difícilmente
se podría entender sus procesiones sino las contemplásemos en esos lugares que
su tradición ha señalado como emblemáticos de su recorrido y que en Zamora son
la Plaza Mayor, las calles Santa Clara o la Rúa, la Catedral o el Puente de
Piedra, entre otros. Es por todos esos lugares por los que se puede disfrutar
de sus austeras y coloridas procesiones.
Es también la fisonomía de esta
vieja ciudad de la meseta la que encaja en perfectas condiciones con el modelo
de Semana Santa que en Zamora se ajusta a este estereotipo: sencillez,
austeridad… adjetivos que encajan con la forma de ser y de expresar su
religiosidad los zamoranos, que se asemeja al paisaje y clima extremo.
Sus procesiones son sencillas y
sobrias, con túnicas pobres, de percal o estameña, sandalias franciscanas o
zapatos, cera o una sencilla cruz, con pasos, coronas o mantos decorados con
algún detalle en oro o plata, peinetas, mantillas, color negro que se apodera
de la ocasión o sencillas medallas acordes con el color de la congregación.
Esos son los rudimentos esenciales, junto con el silencio y las marchas
procesionales, que hacen más llevadera la penitente carga de los pasos a
hombros.
Con procesiones peculiares
durante toda la semana los zamoranos y zamoranas salen a las calles con sus
peculiares vestimentas, así, el jueves santo, mujeres y hombres se reúnen a las
9 de la mañana para dar lugar a la procesión que durará hasta bien entrado el
al mediodía. Con sus abrigos y medias negras, peinetas y mantillas moviéndose
con el viento, sus guantes finos blancos, zapatos de tacón o no, tulipas con
velas encendidas y medalla color verde esperanza, mujeres de todas las edades
caminan en filas y cruzan el conocido Puente de Piedra sujetándose la mantilla
mientras tras ellas el resto de cofrades con sus túnicas blancas y verdes con
bordados marcan el paso con su banda de cornetas y tambores y sus varas.
Es así, como la mañana del Jueves
Santo Zamora y su Semana Santa,
considerada de interés turístico, se tiñe de verde color Esperanza.
y así podríamos seguir cada día, pero, ni que decir queda que las mujeres no son las únicas víctimas de este tipo de sucesos, nadie se para a pensar que muchas hombres sufren igualmente y de igual forma ese tipo de abusos: hombres maltratados
La violencia de género, ese concepto que debería defender ambos sexos se ha convertido en violencia hacia mujeres dejando en el olvido al otro género. Pero a parte de que esa violencia se ha vuelto invisible, los distintos medios no paran de bombardearnos cada día con anuncios sobre cómo defenderse en caso de que una mujer sufra estos abusos. ¿Acaso las mujeres debemos aprender a defendernos? Coger un teléfono, llamar y denunciar, que en muchos casos las detenciones duran escasas horas, el hombre sale de la cárcel, asesina a su pareja o expareja en muchos casos y luego, si cabe, se suicida.
¿Es esta la protección que deseamos? Creo que la sociedad está equivocada, que no deberían de hacerse pancartas o rótulos con números de teléfono ni imágenes que intenten concienciar a las mujeres para que se defiendan. Porque ahí es donde está el error, defenderse de algo que no debería existir de primeras, que lo que realmente necesitamos es educar mentes a no dar el paso de maltratar, y digo mentes porque estoy cansada de leer y escuchar que las mujeres tienen que defenderse y avisar a la policía o seres queridos cuanto antes olvidándose de que los hombres también lo sufren. Lo que se necesita, es parar, erradicar todo maltrato, que ambos sexos aprendan a no maltratar, no aprender a defenderse.
Aprendamos a enseñar a no maltratar y no a defendernos del maltrato.
Mes de diciembre, y con él sus respectivos días festivos; Sí, llega la Navidad, ese tiempo que muchos relacionan con vacaciones, con dulces típicos, con mesas repletas de roscones, Papá Noel, los reyes y sus respectivos regalos
Salir a la calle y toparte con las luces que decoran cada rincón, los árboles colocados por los sitios más céntricos, el espectáculo de Cortylandia rodeado de niños deseosos de verlo, belenes colocados por las calles, anuncios por todas y cada una de las cadenas de televisión que te lo recuerdan a cada segundo.
Escaparates con juguetes, bombones, ropa navideña o roscones. Está claro que son fechas en las que la felicidad se apodera de las caras de la gente, pero ¿es navidad para todo el mundo? ¿todo el mundo tiene igualdad de condiciones? ¿regalos cada 25 de diciembre y 6 de enero, comidas especiales en familia, incluso lo más básico, un techo donde pasar los días?
No hace falta ir lejos para comprobar la miseria. En una sociedad treméndamente desigual como la nuestra, donde coexiste la pobreza de gravedad con la abundancia extrema. Es precisamente en los entrañables días navideños - paradójicamente en torno a quien nació en un pobre pesebre y predicó la humildad, la caridad y la austeridad- cuando los corazones se abren y enternecen, cuando se habla más de “los pobres”, pues durante el resto del año, al ritmo de estrés, apenas se nota.
¿Realmente gastar mucho dinero en unas fechas determinadas como son éstas nos hará sentirnos mejor? ¿es alguna muestra de afecto lo material?
No olvidar que son conocidas por todos, pero no especiales para todos. Nos despertamos un día nuevo y al leer las noticias nos encontramos con el panorama actual: pobres cada día más pobres y aquellos que de un modo u otro nos representan cada vez más ricos. Cada día este es el panorama:
Realmente es un tiempo de gasto, de regalos y de compras, es el principal objetivo de esta sociedad, como diría Melendi "la navidad la ha inventado el Corte inglés"
Son tiempos duros para los soñadores, son tiempos duros para la realidad.
Aún no entiendo la forma de ver el mundo de mucha gente, aún no comprendo por qué no quererse, por qué intentar parecernos a unos estereotipos estúpidos, aquellos que desgraciadamente va inculcando la sociedad, esa sociedad que presume de que las pasarelas estén repletas de chicas anoréxicas, aquella en la que a una talla 36 se le denomina "grande" "plussize" .
Pero no es lo peor el que se inculquen esos valores, que al fin y al cabo pueden ser ignorados por la gente que tenga un poco de cabeza. Lo peor es imitarlo, que se desee todo aquello que daña a la salud, que se lleguen a coger complejos absurdos cuando realmente se está perfecta.
Hace un tiempo que leí la noticia de la gran cantidad de críticas que llegaban a Calvin Klein por querer imponer que una modelo con talla M fuera de talla grande. ¡La sociedad se va al carajo, en qué mundo vivimos!
Aún queda un poquito de esperanza en nuestra vida, cuando tras más de 50 años, sale a la venta una Barbie, una muñeca con proporciones reales, y no ese tallaje 90-60-90.
Vivamos asumiendo nuestros cuerpos, vivamos asumiendo nuestras tallas, no todo lo delgado es bonito, ni todo lo ancho, grueso o gordo es feo. Dejemos a un lado a las it girls, a los ideales del cuerpo falso, vive y se feliz.
Día a día vamos viendo cómo las redes sociales van ocupando más tiempo
en nuestra vida, ¿recuerdas cuando la gente quedaba para tomar café y contarse
miles de historias?
Hoy por hoy las calles están repletas de gente que va caminando
pendiente del móvil, las terrazas son un cúmulo de gente tecleando su
“Android”, “Iphone” o “Blackberry” , el metro ya no está repleto de personas
con libros en la mano o periódicos para leer entre parada y parada, ahora todo
ello está siendo sustituido por las nuevas tecnologías.
Las redes sociales, aquellos medios de comunicación social ideados
para que la gente se pueda relacionar, ¿nos están robando la vida social o la
están ampliando?
Aún recuerdo cuando salió a la venta el primer teléfono móvil, ese
aparato inalámbrico nuevo, extraño y que apenas un centenar de personas lo
tenían, hoy en día no conozco ninguna persona que sea capaz de permanecer un día
sin él. Hemos pasado de llamadas a sms, mms, a videollamadas e incluso al
WhatsApp, esa aplicación que ha revolucionado el mundo.
Ahora podemos hablar e incluso quedar gratis, sin realizar el esfuerzo
de vestirnos y cruzar la calle para llenar esos parques y terrazas que antes
veíamos repletos de jóvenes hablando.
Pero no solo es eso, ya no tenemos que ir al pequeño quiosco donde
íbamos toda la vida para comprar el periódico y bañarnos en noticias, ahora con
un solo “click” en el ordenador o móvil conseguimos informarnos rápida y
sencillamente.
Mucha gente opinará que todos estos avances solo están perjudicando
nuestra vida, que ya no nos relacionamos como antes y que no nos decimos las
cosas a la cara, sino que hablamos y sonreímos a la pantalla del ordenador como
si de la persona se tratara, o nos pasamos horas frente a un ordenador en busca
de novedades y últimas noticias en vez de salir a la calle y toparnos con
ellas.
Pero la realidad es muy distinta, en estos tiempos donde nos azota una
crisis económica de la que es difícil salir, tener medios gratuitos que nos
ayuden a comunicarnos e informarnos da lugar a que la gente se interese y lea más,
porque en unos pocos minutos podemos estar actualizados.
Gracias a los medios digitales, a aquellos periódicos que nos cuelgan
sus noticias ya sea en su página web o vía Twitter fomentan que en un mundo
donde gobierna Internet, todo el mundo tenga acceso a las noticias de última
hora.
Puede que en la situación que estamos pasando de malestar económico,
mucha gente opine que son argumentos de loca, ya que como decía Albert Einstein “Temo el día
en el que la tecnología sobrepase a la humanidad... Porque entonces el mundo
sólo tendrá una generación de perdidos desconectados.", o puede que
piensen que ésta es la pizca de esperanza para que el mundo de la comunicación
salga adelante, ese mundo que día a día se ve perjudicado por los ERES y del
que parece imposible encontrar empleo, porque los tiempos cambian y … ¿quién no
nos dice que la evolución de los medios de comunicación sea la solución al
problema que nos acontece?
Tres años hace ya que dejé mi hogar, que deseaba salir de casa y recorrer mundo, comenzar una carrera y dedicarme a ella día a día. De conocer gente nueva, vivir sola y saber lo que es echar de menos a cada momento. Llegar a Madrid, recorrer sus calles: pasear por el Retiro, sus jardines, sus fuentes, sus gentes; la plaza de Sol, llena de gente extranjera fotografiándose en la estatua del oso y el madroño; el barrio de Malasañay sus calles, donde perderse por sus bares, tiendas y pastelerías encantarían a cualquiera; Ni que decir queda de la calle Fuencarral, la zona deMoncloa, Ciudad Universitaria o pasarse un domingo cualquiera en el Rastro con sus encantos tras haber comido el típico bocata de calamares en la plaza mayor.
Viajes largos, cortos, en días soleados, nubosos, de tormenta o no. Fueron tan solo unos días, en los que con una gran sonrisa por el retorno subí al autobús, me coloqué los auriculares y dejé que la música fluyera por mi cabeza durante las tres horas de viaje.
Llegar, bajar con ímpetu, coger la maleta y buscar como loca esa cara, esos brazos en los que me fundiría en un gran abrazo.
Fueron tres días cortos, de abrazos, tardes de sofá y manta, mimos y comida de mamá.
Y es que, sean los días que sean siempre toca comprar el billete de vuelta, siempre toca volver a dejar atrás esa pequeña ciudad lluviosa con grandes gentes.
Hoy es uno de esos días fríos, lluviosos, en los que miras por la ventana y se ven las aceras vacías, los coches pasar y la gente con paraguas en los pasos de peatones esperando a que el semáforo se ponga verde, cruzar y poder llegar a casa. Hoy es uno de esos domingos de calefacción, de sofá y manta, de dulces mientras ves una de esas películas de frases bonitas, de historia conmovedora y de reflexiones.
Solemos construir nuestra vida en base a estereotipos, fijándonos en todo aquello que creemos que nos llegará a hacer felices, que nos llegará a completar tanto que no volveremos a pensar más en ello, que solo disfrutaremos del momento.
No nos damos cuenta que la vida no espera, sigue, no hay un pause, ni siquiera un botón de retroceder o de avanzar según los momentos. En cualquier momento se puede ir todo aquello que completa, que te llena por dentro y acompañaba en tu día a día.
Y aún así, él sin estar ahí hace todo lo posible porque tu sonrisa permanezca en tu cara, porque de eso se trata, de vivir, de seguir adelante. Y ese fue su objeto, a pesar de saber que los días tenían cuenta atrás, que se marcharía en poco tiempo quiso que ella fuera feliz sin él a su lado, pero con él presente en su mente.
"No necesitas mis pertenencias para acordarte de mí, no necesitas conservarlas como prueba de que he existido o de que aún existo en tu mente. No necesitas ponerte un suéter mio para sentirme cerca de ti; Ya estoy ahí, estrechándote siempre en mis brazos.
Me gustan los días de tormenta,me gusta desayunar en la cama,ver como el sol va saliendo mientras suena la música de fondo,cantar en la ducha;odio la monotonía sin embargo me encanta quedarme los domingos viendo una película en el sofá; adoro prepararme para ir de fiesta con ellas y aconsejarnos que ponernos,estar los viernes tomando un café mientras mil charlas acompañan;me encanta verlas sonreír, que me miren y sonrían, amo la frase tengo que contarte; me encanta quedarme hasta la madrugada viendo las estrellas pasar, me encanta bailar,cantar,hacer el mongolo y reír sin parar hasta entrar el hipo (...)
Y es que constantemente intentamos describir qué nos hace felices, a dónde nos gustaría llegar, con quien nos gustaría soñar, viajar, cantar o bailar. Y no nos damos cuenta que la vida, es eso, eso que pasa mientras nos empeñamos en describir qué nos hace seguir adelante, son todos y cada uno de esos momentos que intentamos grabar en una cinta de vídeo, esos días que queremos redondear en el calendario, esos reencuentros con los familiares tras un tiempo sin verlos, esos viajes solitarios que nos hacen pensar.
Felicidad es disfrutar del sitio en el que estamos, cerrar los ojos y acordarse de lo bonito, tener a alguien que nos haga ser incoherentes, alguien que te empuje a hacer cosas que jamás creíste capaz de hacer.